Ir al contenido principal

Entradas

¡Hola y gracias por pasarte por aquí!

Soy periodista y comunicador social. Vivo en Lima, Perú, y para mí es un gusto tenerte por primera vez en el blog. Espero que lo que encuentres aquí sea de tu agrado.
Entradas recientes

Flores amarillas

El 21 de setiembre de 2023 fue una fecha especial para mí. Días antes, Viviana, mi novia —con quien había iniciado recién una relación en enero de aquel año—, me había comentado que sus amigas en el trabajo estaban expectantes por la llegada del 21 de setiembre para que sus parejas les regalaran flores. —¿Y eso por qué? —pregunté. Me explicó que se trataba de un trend de internet que surgió a raíz de una serie de televisión argentina. En la serie, la protagonista interpretaba una canción que hablaba de una joven que esperaba que el “amor de su vida” fuera a buscarla ese día llevándole flores amarillas. Con casi 35 años, yo no me veía corriendo por las calles de Lima, en pleno invierno, sujetando flores y cuidando que llegaran en el mejor estado posible a su destinataria. De hecho, mientras pasaban los días y se acercaba la fecha, caí en cuenta de que hacía mucho que no le regalaba flores a nadie. Antes de que Viviana llegara a mi vida, estuve soltero casi 10 años. Me había convertido ...

Mal día

Una estridente música despierta a Roberta, su día comienza lamentándose el haber puesto como sonido para el despertador de su móvil una de sus canciones favoritas de Rammstein. Odiaba madrugar, pero debía hacerlo por la entrevista de trabajo que tenía programada para las 10 de la mañana en Miraflores. Necesitaba el puesto y había estudiado toda la noche para demostrar que estaba preparada para ser asistenta de uno de los despachos legales más prestigiosos de la ciudad. Roberta sale de la ducha y comienza a alistarse. Tenía todo listo desde la noche anterior: la ropa que usaría estaba ya planchada, los zapatos lustrados, la batería de su celular estaba al 100% cargada y su hoja de vida reposaba sobre una cómoda al costado de la puerta. Nada podía salir mal. El reloj marca las siete. Mientras desayuna, Roberta repasa en voz alta todo lo que necesita: teléfono listo, llaves listas, currículum listo. Y repetía: Teléfono listo, llaves listas, currículum listo, teléfono listo, llaves lis...

El escritor

La maestra irrumpió casi con violencia en el salón de clases. Su presencia propició un inmediato silencio en el aula, todos permanecían callados mientras se veían entre sí sabiéndose culpables de una de las peores travesuras escolares de la historia. Antes de empezar el interrogatorio, la maestra Soraya Rubianes del curso de Lenguaje buscó de prisa con la mirada al "escritor". Así le decían a Juan Carlos Cervantes, quien además del apellido, poseía un talento innegable con la pluma. Él era entre otras cosas el brigadier del quinto "b" del colegio San Ramón de Tarma. -           ¿A ver Cervantes, me puede explicar por qué el día de ayer no tuvieron práctica de lectura? El escritor estaba a punto de responder cuando fue interrumpido por la maestra. -           Y no me venga con el cuento del ratón en el aula que ya estoy enterada de todo. Sé que fueron sus compañeros quienes metieron ese anim...

No te cases

Cuando él despertó eran ya casi las ocho treinta de la mañana. De un salto se levantó de la cama. Se le hacía tarde en un día trascendental. Se había pasado los últimos meses preguntándose si era correcto ir a la boda de su mejor amiga. Tenía el terno listo, la camisa planchada y el nudo de la corbata ya hecha. Mientras él se disponía a tomar una ducha, a varios kilómetros de distancia, ella miraba el techo de su habitación, no había podido dormir más de una hora en toda la noche, pensaba que este día debía ser el más perfecto de todos, que nada debía arruinarlo, y sin embargo tenía miedo. En los últimos dos años a él no le han dejado de llegar partes de matrimonio, la peor manera de recordar que ya tiene casi 30 años y que sigue solo. No acostumbraba a vestirse de traje, pero “hoy es un día especial”, recuerda y se repite así mismo: “Ya es tarde”. Al otro lado de esta enorme ciudad está ella, en la difícil labor de lucir bien con el vestido blanco de novia. Un poco nerviosa in...

Viajar con María

Detesto viajar en bus, pero lo hago por lo menos una vez al mes para ver a mi novia que vive en San Juan. La distancia no ha sido hasta hoy obstáculo para nuestra relación a pesar que mis amigos no dejan de repetirme la trillada frase de: "amor de lejos, amor de pendejos". Conocí a Elizabeth cuando estaba en el colegio, en aquel barrio de San Toribio. Era la mejor amiga de mi hermana mayor Lucía. Desde segundo año estaba enamorado de ella, pero recién en quinto grado, cuando estaba a punto de dejar el colegio, le declaré mis sentimientos. Cuando terminé la secundaria me mudé a la capital para estudiar letras en la universidad. Dejé a mis padres en San Juan, a mis amigos, a mi novia, y aunque la vida aquí no está mal, preferiría pasar mis días y mis noches allá con ellos. San Juan está a seis horas de la capital por carretera. Suelo viajar de noche para llegar de madrugada y hospedarme en casa de mis padres. Si bien no hace mucho frío, siempre llevo una casaca abrigadora...

Te espero en Buenos Aires

Jugaba su querido Alianza Lima, el partido estaba dos goles a uno favor de los “Íntimos de la Victoria”, José María profería toda clase de insultos contra el televisor. De pronto ingresa a su cuarto doña Pancha. –Chemita, yo me imagino que ya estarán listas tus cosas para mañana, después no quiero verte correteando como diarrea a última hora –le resondró. –Espera vieja, ya termina el partido, apenas acaba me pongo a planchar mi uniforme –respondió José María. No bien le respondía a su madre, el árbitro cobró un penal a favor del Melgar, el rival de su Alianza. –¡Por la puta madre! ¡Árbitro de mierda! ¿Cómo vas a cobrar penal? Hijo de tus mil putas, faltando cinco minutos para el final –gritaba ofuscado. De repente entra al cuarto otra vez doña Pancha. –Ya me amargaste mocoso del carajo, me apagas ahora mismo ese televisor y te pones a planchar el uniforme. –Pero mamá ya va a terminar, no falta ni cinco minutos… y este hijo de las mil putas que nos roba el partid...

La vida cómo es

Un mensaje de texto de Carlos me ha despertado. Es extraño porque por lo general solo me escribe cuando quiere verme. Reviso el celular, el mensaje dice: “Habla maricón ¿unos tragos? Estoy en la ciudad”. La noticia me alegra bastante, hace casi dos años que no veo a mi mejor amigo y lo he extrañado. La última vez que supe de él todavía no podía asimilar su divorcio. Entusiasmado le respondo: “Desgraciado, vente en la tarde a mi casa y conversamos”. Me levanté de la cama de buen humor y me metí a la ducha. En ese momento de íntima soledad y de raro silencio, me puse a pensar en él y en lo mucho que había sufrido después que su matrimonio se fuera lentamente por el drenaje tal como lo hacía el shampoo en ese momento. Carlos siempre fue un buen tipo, pero siempre tuvo mala suerte en el amor, su primera novia lo dejó por un un sujeto que tenía fama de tener malas juntas, algunos decían que estaba metido con mafias del narcotráfico. Ella -imagino- se fue con el otro por su...

La Navidad de Antonio

Esta será mi primera Navidad lejos de mis padres, lejos de mis amigos, de mi tierra, lejos del desconsolado frío de invierno que se vive en la sierra del Perú. Aquí en Lima el clima es distinto, no hay blanca Navidad, todo es de color gris, y solo somos dos, Antonio, mi compañero de cuarto y yo. Conforme pasan las horas, más agudo es el estremecer de mi pecho, extraño mucho a mi familia. Aquí prácticamente no conozco a nadie. Quisiera coger las pocas monedas que llevo en el bolsillo y llamar a mi madre, decirle que la amo, que me muero por verla. Entonces me doy cuenta que de hacer eso me quedaría sin nada. Luego me acuerdo de Dalia, la chica que me rompió el corazón, pero que -igual que yo- podría apostar me está extrañando. Quisiera tener otra moneda imaginaria y llamarla, decirle cuánto la amo, cuánto me dolió saber que volvió con Ricardo, su ex novio, decirle cuánto la odio, y otra vez cuanto la amo. Me miro en el espejo y me doy pena. El reflejo me muestra a un tipo acabado ...